miércoles, 3 de diciembre de 2008

UN AÑO DESPUES.



He entrado de casualidad, y he visto que hoy ha hecho un año justo desde que publicamos por última vez. Desde entonces, han pasado muchas cosas, y ha sido este, hasta el momento, probablemente el año más duro de nuestra vida. Y eso es mucho decir, teniendo en cuenta la dureza de alguno de los anteriores marcado por la busqueda de nuestros hijos. Pero en fin, que no ha sido un año fácil. Por eso, quizá, hemos navegado poco por estas páginas que hace un año y poco más escribimos en nuestras vidas. Entro ahora , solo un  momento, para decir, que a pesar de todo, nuestros hijos, Lennon y Teresa, han sido el motivo principal de tirar para adelante. Están mucho mas mayores y más guapos si cabe que hace un año. Y que la vida con ellos se ha vuelto mucho mejor. 

domingo, 2 de diciembre de 2007

THE CAVERN

Nos preguntabais la dirección de The Cavern. Avda. Pushkins´ka , 9A. El teléfono, por si os perdeis (El dueño y alguna de las camareras hablan inglés) es 536-15-31. Os voy a indicar como llegar que es fácil. Por el Paseo Khreschatyk llegais hasta los grandes almacenes que los españoles llamamos El Corte Inglés, y que están en la esquina de este paseo, con la calle que sube hasta la ópera. Subid por esta calle, por la acera de la derecha, y girad en la primera a la derecha, que es Pushkins´ka. A unos metros está The Cavern, con su terraza con sombrillas rojas y enormes. O sea, que está en la misma manzana de El Corte Inglés, pero por detrás. Es muy fácil. Si alguién se acerca, después de leer esto, por favor, dadle recuerdos nuestros a todo el mundo allí, a las camareras (las vereis en foto aquí, un poco más abajo) Una se llama Yula, la otra, lamentamos no acordarnos. Y el dueño, un chaval con gafas encantador y beatlemano. Decidles que les recordamos con cariño. SIn duda, es el rincón más encantador de Kiev.





sábado, 1 de diciembre de 2007

LOS COMPAÑEROS DE VIAJE.

Se cruzaron con nosotros, compartieron y compartimos tantas emociones comunes, o no, tantas lagrimas, tantas risas, preocupaciones, iras, nervios, confidencias...Fueron los compañeros de viaje, de fatiga, los demás padres adoptantes, los niños recien hallados que nos mostraron la nueva alegría en su mirada , reflejo de la de sus padres, por un momento, el suficiente para saber, que habían llegado a donde tenían que llegar. Nada hubiera sido igual sin ellos. Fueron muchos. Algunos se cruzaron apenas un minuto, y compartimos , con urgencia , experiencias únicas propias, tan similares que hicieron que nos sintieramos menos solos. Alguno de ellos nos abordó por la calle, sabiendo de antemano quienes eramos a través de la lectura de este blog. Era curioso sentirnos reconocidos en Kiev. Algunos, fueron nuestros amigos cercanos, con los que compartimos todo, incluido techo y comida. Nuestros hijos fueron compañeros de sde el primer momento. Alguno, lo había sido desde mucho antes de aparecer nosotros (Darío fue compañero de Teresa en el grupo del orfanato.) Estos serán amigos y algo más para siempre (habida cuenta, además, de que Alberto y Ana son vecinos nuestros, y hemos ido a conocernos a Ucrania.) Todos ellos formarán parte de la memoria amable de este viaje que nos llevó hasta Teresa a losquintasortegas, para siempre.

Angelina con su abuelo ruso que nos hablaba en italiano. Todo un

personaje que visitaba a su nieta todos los días en el orfanato.



Los hijos de Eliana y J.C., famosos en el foro de adoptantes en la época en la que fuimos. Nos reconocieron en el aeropuerto por nuestro blog. Aquí estan los niños con Teresa , camino del avión que nos traería a España.

Natalia, la facilitadora de Alberto y Ana, una estupenda mujer llena de recursos y sabiduría. Habla español perfectamente, pues vivió años en Cuba.


Denise, nuestro chofer en Crimea, y su hija Ana, que estudia inglés y nos sirvió de interprete.



Lennon llamaba a Denise "Amigo mío". Aún le echa de menos


Antón, compañero de Teresa, ya vivirá feliz en Alemania con sus padres. Tuvieron un montón de problemas para la obtención del pasaporte de salida, como nosotros.


Mayte con Susana. Con ella , y con su hermana Elena, vivimos en Kiev. Susana vivió la angustiosa espera para tener ficha en el Centro de Adopciones, en los días previos a que el parlamento aprobara la ley que prohibía la adopción a los monoparentales. Estuvimos a su lado, para descubrir en ella y en su hermana a dos mujeres maravillosas, dos excelentes seres humanos.


Mayte con Elena

Alberto y David
Ana y Darío


Las dos familias al completo. Alberto y Ana fueron nuestros compañeros y amigos todo el viaje. El azar nos llevó por el mismo camino durante toda la aventura, y nos condujo al mismo orfanato en el confín del mundo. Allí, tan lejos, descubrimos que en Madrid éramos vecinos, y así, nuestros hijos, compañeros desde que nacieron, iban a continuar juntos al regresar a casa.
A todos, os recordamos, y os añoramos, en este invierno de Madrid, ahora que la nieve habrá cubierto la tierra entera de nuestros hijos. A todos, nuestro cariño.

domingo, 16 de septiembre de 2007

SEGUIMOS AQUÍ

Si, llegamos aquí, sobrevivimos a todas las dificultades, y llegamos a España. La vida ha empezado a ser cotidiana, pero tremendamente complicada, por el retraso en todos los ámbitos, que esta historia nos había provocado, y porque estrenarse como padres de dos, no es fácil. Pero estamos aquí, los cuatro, lo conseguimos, y lo queremos compartir con todos vosotros. Espero, al final de esta semana, poder dedicar un poco de tiempo a relatar el final de la historia ucraniana, el principio de la de aquí, de la de verdad, y las fotos. Así que, queridos amigos todos, los que conocemos, y los que no pero que nos habéis seguido con cariño y devoción, os debemos el final feliz. A ver si nos el tiempo nos permite contarlo esta semana.

viernes, 10 de agosto de 2007

DESPIDIENDONOS DE KIEV







Kiev se despide de nosotros. Todo ha ido saliendo hoy según lo planeado, si los planes aquí significan algo. Y los papeles están hechos y legalizados. Mañana nos vamos, si el funcionario de la aduana no tiene inconveniente. Yo solo estaré tranquilo cuando crucemos el control de pasaportes y nos sentemos a desayunar en la sala de espera. Entonces ya solo quedará el viaje , con más o menos saltos. Y en casa.



Hemos venido haciendo un paseo de ritual. De ritual de despedida de esta ciudad a la que, a pesar de todo amamos, y que nos gusta, ya a la que previsiblemente no volveremos en mucho tiempo. Para entonces, esperamos que muchas cosas hayan cambiado. Que no piensen en los extranjeros como elementos hostiles (No todo el mundo , claro, pero es demasiado común). Que los funcionarios entiendan que trabajan al servicio de la gente, y no actuen como poseedores de pequeñas y ruines parcelas de poder. Que la prosperidad, o al menos un cierto bienestar, al estilo que tan bien conocemos en nuestro país, se haya extendido por el país. Que eso deje sitio para que se vaya tomando conciencia sobre esos otros temas que, no parecen prioritarios, y que solo sociedades con un grado de desarrollo determinado empiezan a tener en cuenta: El medio ambiente, la prudencia en la conducción, el respeto por el entorno en el que vives... Como decía, cuando me fui por las ramas hemos venido dejando que Kiev nos despidiera, desde la Plaza del Mercado, El Arena City, El Mandarín, el Paseo Khresatik (que calle tan bonita) La Plaza de la Independencia, y finalmente, The Cavern, el lugar que más vamos a echar de menos, el reducto de paz beatlemana que nos llevariamos a España. Nos vamos, parece. Mañana, cuando estemos allí, empezaré el relato de este final, para que conozcais todos los últimos avatares. Algo de melancolía tenemos en estos momentos , en los que ya casi no hay nervios. Pero el deseo de volver, de ver a nuestro hijo, de abrazarle, de juntar al fin a nuestros niños y de ser cuatro en casa, es infinitamente más poderoso. Y el de veros, y recuperaros a todos. Muchos besos, por última vez desde The Cavern, desde Kiev. Mayte, Teresa y Javier.

jueves, 9 de agosto de 2007

EN KIEV, SALVANDO OBSTACULOS





























Los últimos días se han convertido en la semana más larga de nuestra vida. El relato maravilloso de la salida de nuestra hija al mundo, se ha visto enturbiado por la arbitrariedad y la mala fortuna, de nuevo. No hemos tenido ni ganas ni tiempo de escribir. Pero lo cierto es que Teresa Victoria está con nosotros, y ya es española. Maravillosamente nuestra, tan buena y tan bonita como soñamos. Contaremos todo con detalle, porque este relato, y mi niña, merecen un final a la altura, y detallado. Hoy no tenemos tiempo una vez más, y mañana es, esperamos, el último día de enfrentamiento con una administración que nos ha sido hostil en todo el proceso, sin justificación alguna. Hemos perdido los billetes que hoy tendrían que habernos devuelto a Madrid, y si mañana todo se desarrolla como nos han prometido (ya nos fiamos poco) el sábado por la mañana volaremos a de regreso a nuestra ciudad, a Lennon, a finalizar esta aventura, o mejor dicho, la primera parte, porque la aventura de verdad empieza ahora. No os preocupeis. Contaremos con pelos y señales la emoción, y también los momentos amargos de estos días tan largos. Os queremos.

domingo, 5 de agosto de 2007

LA NOCHE ANTES

Pasamos nuestra , previsiblemente , última noche en Simferopol. Hemos vuelto, tras un agotador día que hemos pasado, despegando y aterrizando y, en su mayor parte, dando saltos en el aire de turbulencia a turbulencia, y tiro por que me toca, con mis consiguientes ataques de pánico, que tan a menudo me hacen quedar en ridículo en las alturas. Un día que nos ha llevado de Madrid a Praga, de allí a Kiev, y de allí a Simferopol, sin salir de los aeropuertos. Un día, que nos ha vuelto a traer cerca de Bika, y una vez más lejos de Lennon. Puede parecer absurdo, pero le echamos de menos hasta el borde de la lágrima a cada segundo, en cada metro recorrido con él en la etapa anterior, en cada lugar donde se llevó alguna reprimenda por portarse … como un niño. No soportamos estar sin él cerca, pero no nos lo decimos mucho el uno al otro, para no confesarnos lo tontos que somos, lo dependientes de nuestro hijo que hemos llegado a ser. Y es que le queremos hasta el infinito y más allá, y no deja de sorprendernos cada día que todo eso es lo que significa ser padres. Que amas tanto que duele, tan por encima de todas las cosas, que todas las cosas cambian de sentido, y cada gesto, cada paso y cada palabra de nuestros propios padres, cuando ellos ocupaban nuestro lugar, adquiere dimensiones desconocidas hasta ahora, y repentinamente , inteligibles. Nadie sabe ser padre, y cuando nos toca, hacemos lo que podemos, esperando hacerlo bien, o aceptablemente, al menos. Nosotros hoy, en ese intento, hemos renunciado a la compañía de Lennon , para evitarle la gran paliza que este viaje definitivo está suponiendo, y hemos cedido su disfrute a sus abuelos, que ya les tocaba, y lo van a aprovechar. Y en ese intento, hemos recorrido varios miles de kilómetros por los aires, dando tumbos, para venir hasta Crimea por última vez, de momento, a hacernos, para siempre, padres de Teresa Victoria, y llevarla con nosotros a formar parte de este experimento que llamamos familia. Ella, aún lo ignora esta noche. Aún ignora todo lo que la está esperando, y que en menos de 24 horas va a empezar a descubrir. Hoy duerme , por última vez en su camita número 3, rodeada por última vez de un puñado de niños perdidos, que han sido sus compañeros de viaje en sus casi tres años de vida, velada , por última vez por unas cuidadoras que le han dado afecto, ternura y disciplina en una lengua, que no va a ser la suya. Todo va a cambiar en unas horas. Para ella y para nosotros. Espero que seamos dignos de ti, pequeña tártara. Espero, hijos, que estemos a la altura de lo que nuestra imaginación os regala para el futuro. Os queremos.

viernes, 3 de agosto de 2007

LO QUE QUEDA ATRÁS

Este ha sido, hasta hoy, el espacio donde ha vivido nuestra hija. Ya visteis el bosque, el jardín, donde los niños juegan cada día. Este es el Grupo de Teresa Victoria, donde , cada día ha comido, ha jugado, ha visto la tele, ha dormido y soñado que sus papás iban a llegar algún día. Y llegaron.

La estancia principal.

Y el contracampo.

La cama de Bika es la número 3.


La taquilla de mi niña, con su nombre en ruso.


La entrada, donde están las taquillas y la pecera.


El techo lleno de flores.

TAN LEJOS DE ELLA

No hemos desaparecido. Seguimos aquí, aunque han sido unos días tremendos en Madrid, de reencuentro con el trabajo, que nos esperaba a los dos con las fauces dispuestas para devorarnos y apenas dejarnos pensar en la niña preciosa que nos espera tan lejos. Mayte no ha parado, y yo empiezo a grabar la serie dentro de apenas dos semanas, y han sido días de localizaciones, casting, lectura de guión. Me estaban esperando ansiosos, y me han explotado bien. Y yo me he dejado, porque nada podía hacer pasar el tiempo mejor y más rápido que sumergirme ya en un trabajo que me encanta. En fin, que han pasado los días, diez exactamente desde el juicio, y la sentencia ya es firme. Acabamos, Mayte y yo de darnos un beso dedicado a Teresa Victoria Quintas Ortega, la niña de nuestros ojos, la hermana de Lennon, nuestra hija, ya. Y la verdad es que han pasado cosas en estos días, que corrigen y mucho nuestro comunicado anterior. El domingo volvemos a Ucrania, por la tarde volaremos desde Kiev a Simferopol, y el lunes , tras recoger la sentencia, y la partida de nacimiento en su ciudad de nacimiento, Dzhankoi, nos reuniremos con nuestra Bika, al fin, y parece ser, que, inesperadamente, será para siempre. Todos los problemas burocráticos que nos impedían traernosla ya a casa, han desaparecido, y la eficacia de nuestra embajada en Kiev puede sortear las dificultades, y facilitar el camino de nuestra hija hasta la que va a ser su casa, en este Madrid. Así que, el jueves, si todo va bien, volaremos por fin de vuelta, con Bika en brazos, para poner fin a esta aventura, tan dificil, tan emocionante, tan llena de momentos memorables, maravillosos, terribles, tristes. Tan llena de nervios, de obstáculos, de vuestro calor, y de calor del de verdad. Pero todo eso, está aún por contar. No adelantemos acontecimientos. Os iremos contando. De momento, hacemos las maletas, y otra vez, nos vamos.

miércoles, 25 de julio de 2007

THANK YOU GIRL

Recalamos en Kiev preparando otra despedida en esta historia tan llena de depedidas. Y venimos a echar el ancla, nuevamente a este rincón que es "The Cavern", nuestro caladero de penas y alegrías, en esta ciudad tan bella, que esta vez, nos parece aún más bella, por comparación de donde venimos. Kiev es la cara urbana más hermosa de este país de contradicciones. Hemos paseado hoy tristes , faltos, esta ciudad, en la que incluso ha llovido, agradecidos por el clima fresco que nos hemos encontrado, después de salir del infernal calor de Simferopol. Incluso nos ha llovido. Aparte de la melancolía de la ausencia de las coletas de Teresa, ha sido un día agradable, salpicado, como no, de momentos de indignación , por la arbitrariedad nueva de alguna funcionaria, que nos ha puesto algunos escollos más en el camino hasta el final de la aventura. Veremos como se desarrollan los acontecimientos en los próximos días, mientras estamos en Madrid, pero creemos que hasta el fin del camino, nos quedan aún un viaje relampago que tendré que realizar yo dentro de diez días para presentar papeles, y luego, esperar a que esté el pasaporte para , ya si, venir solo tres o cuatro días, y empezar de una vez a vivir , a partir de ahí, la vida con ella.
Estamos tristes, pero deseosos , una vez más, de encontrar el calor de nuestra ciudad, de nuestra familia, de nuestros amigos, de todos vosotros, de coger fuerza una vez más, aliento para , esperemos, el tramo final. De momento, estar aquí, en este bar tan querido y que ya es tan nuestra casa, es reconfortante. Una vez más dos músicos, realmente buenos tocan en directo mientras escribo. Mezclan temas de The Beatles y de Oasis, que conviven, claro, con extraordinaria naturalidad. Mayte y Lennon se cubren con mantas que les ofrece nuestra amiga camarera, porque, como digo, realmente hace fresco, y nuestra amiga Sandra, la más "chevere" de Kiev, tan deseosa de hablar español, aparece con su marido finlandés, y le alegra vernos y nos pregunta por la baby. Todo aquí es ya familiar. Los músicos tocan "Ticket to ride". Un momento antes han tocado "Thank you girl" . Querida niña mía. Gracias. Gracias por haber llegado al fin hasta nosotros. Gracias por habernos elegido, gracias por habernos llenado de emoción en estos días. Y gracias por esperarnos. Enseguida vamos a estar aquí de nuevo, amor, los tres estamos deseando que , al fin estés con nosotros. Y cuando eso ocurra, Teresa Victoria, mi pequeña tártara, va a ser para siempre.
Ayer, cuando despegamos de Simferopol, a las nueve de la noche, quizá sobrevolamos el orfanato, quizá sobrevolamos sus sueños. ¿Nos sintió? ¿Nos soñó sabiéndonos sus padres, sabiendo que para siempre va a estar ya en nuestros sueños?

martes, 24 de julio de 2007

PADRES, OTRA VEZ


Nuestra primera foto como padres de dos. En la entrada de los juzgados, tras el juicio.

lunes, 23 de julio de 2007

ULTIMA TARDE CON TERESA

Que guapa es.









FINAL DE ETAPA

Mañana, Teresa Victoria será legalmente nuestra hija. Al menos, eso es lo que esperamos que diga un juez, alrededor de las 14:00, cuando de por terminada la vista que nos hará padres otra vez, a la espera de que la sentencia sea firme diez días después. La ley se pronunciará mañana, pero el corazón se pronunció ya hace días, y Bika es hija nuestra desde que sus coletas entraron en nuestras vidas, barriendo dudas y escollos.
Cada día, creo, ella se siente también más parte de nosotros. Nos busca si uno de los dos se ausenta, y a Lennon le sigue, y le imita, y pelea con él por los juguetes, y si puede le chincha. Lennon, a su vez, la protege como un auténtico hermano mayor. Va tras ella si cree que va hacia zonas “peligrosas” donde se puede caer, y la coge de la mano indicándole la buena dirección. Y por supuesto no quiere que ella le siga al mismo columpio, porque entonces hay que columpiarles con cuidado de pequeños, y no “más alto”, como él quiere, como un “mayor”.
La rapidez con la que Teresa va asimilando palabras españolas, es un signo más de que hace días que no hay marcha atrás, que la que va a ser , ineludiblemente, su cultura, va penetrando en ella, invadiendo inmisericorde terrenos que hasta hoy estaban ocupados por la de la tierra donde ha nacido y que, aunque esperamos que no lo pierda del todo , irremediablemente ocupará en su cabeza un lugar secundario. Mamá y papá lo dice desde el primer día, así como algo parecido a Lennon, que suena algo así como “Lenlon”. Y ya pide agua, y dice “más”, eso si, en perfecto galego, porque pronuncia “mais” , multilingüe que va a ser mi niña. Su nombre, es algo así como “Tisisa”, y la primera petición a la que ha aprendido atender, sin dudarlo, es a la de un beso. Para abrir la boca ante cualquier signo de comida, sin embargo, no necesita el idioma, y se traga potitos de fruta, yogures y zumos, como si no tuviera fondo. Eso ya lo vivimos con Lennon. El descubrimiento de los placeres del mundo exterior, empieza por el estómago, el resto, hasta el infinito, viene después, pero eso si, a una velocidad inusitada, y a lo bueno se acostumbran enseguida, como si el derecho de posesión del mundo entero les asistiera. Creo que nuestra llegada diaria se ha convertido ya en parte de su rutina, y si no aparecemos en alguno de los turnos esto le produce desconcierto que se traduce en interrogaciones y alguna lágrima. Ayer hicimos una excursión a Yalta. Estar aquí, y no perdernos un rato para visitar la historia, para llegarnos hasta el mismo lugar, las mismas sillas, la misma mesa donde los líderes aliados certificaron la derrota del nazismo y sentaron las bases de lo que habrían de ser las Naciones Unidas, era una falta grave. Estar allí en el Palacio de Lidavia, en la sala donde firmaron, contemplando las paredes repletas de fotografías del hecho, fue uno de esos momentos grandes en que se es consciente de que se está pisando terreno antes hollado por aquellos que sentaron las bases, para bien y para mal, de lo que había de ser nuestro mundo. Fue un día grande. Pero esto no se lo pudimos explicar a Teresa. Ella solo fue consciente de que ayer por la mañana no fuimos a verla. Y supongo que eso la lleno de incertidumbre. Una incertidumbre sin bases lógicas y sin razonamiento, pero incertidumbre al fin. Es por esto por lo que al pensar lo que va a pasar a partir de mañana, el corazón se nos hace trizas. Y es que . sí, mañana es el día definitivo, pero mañana, después del juicio, Mayte, Lennon y yo, volamos de nuevo a Kiev, donde al día siguiente haremos papeleos, y el jueves volvemos a España, una vez más los tres solos. En esta carrera de obstáculos en la que se ha convertido esta aventura, que se nos antoja sin fin, uno nuevo se ha venido a sumar en la última etapa. En principio, tras diez días de celebrado el juicio, la sentencia es firme, y entonces solo queda tramitar el pasaporte de la niña en la policía, y, normalmente ese mismo día, pasaporte en mano, volver a Kiev a, en un par de días , finalizar el proceso. Pues bien, justo en estos días, parece ser , se está llevando a cabo un cambio en el formato del pasaporte ucraniano, y eso conlleva que no lo expidan el mismo día de la petición. Es más, se puede demorar diez, o veinte días, o quizá veinticinco. Hay una pareja norteamericana que se han quedado varados en Simferopol desde hace días, a la espera de que les den el pasaporte de su hijo, y otra pareja alemana que ante el cariz de los acontecimientos, ha decidido regresar a casa, y volver aquí cuando el problema esté solucionado, con el dolor que conlleva la separación del que ya es su hijo. Dolor al que nos vamos a tener que enfrentar mañana. Porque ante la posibilidad de tanto tiempo aquí, y teniendo en cuenta, que yo tenía que volver inexcusablemente diez días, hemos decidido irnos todos, y esperar a que nos digan que está solucionado para volver. Ni económica ni laboralmente es sostenible una estancia aquí de un mes más. Se nos va a partir el alma al mirarle a los ojitos mañana y decirle, sabiendo que no entiende, que no nos vamos para siempre, que es un pequeño paréntesis, y que luego nos espera toda la vida juntos. Al pedirle que no olvide las poquitas palabras españolas que ya sabe, y sobre todo que no olvide nuestras caras y nuestros besos. Que nuestra casa en Madrid va a estar tremendamente incompleta sin ella, y que si es posible, en diez días volveremos a por ella y ya será para siempre. No lo va a entender ahora, pero espero que nuestros ojos le transmitan que la queremos, y que no la vamos a abandonar. Que estas profesiones tan locas que tienen sus padres nos hacen regresar a casa, pero que vamos a aprovechar para terminar de hacerla acogedora para ella, para preparar su llegada.
Nos vamos de Simferopol, pero un trocito rubio y con coletas de losquintasortegas se queda aquí. No estaremos completos hasta que volvamos.
Os queremos.


Delante del Palacio de Lidavia, sede de la Conferencia de Yalta

sábado, 21 de julio de 2007

LA MIRADA DE LA ESTATUA

Hace calor. Hace muchísimo calor, y el taxi que nos lleva todas las mañanas y todas las tardes al orfanato, tiene una ventanilla estropeada. Al que le toca en el lado izquierdo del asiento de atrás se asa de calor durante los quince minutos que dura el trayecto por calles olvidadas de cualquier tipo de política municipal hace mucho tiempo. La calzada no está mal asfaltada. El asfalto murió hace tiempo, dejando paso a multitud de socavones que los coches sortean zigzagueando en una trayectoria mareante. Simferopol es decadente y a ratos extrañamente hermosa en las fachadas de sus teatros monumentales, en el mercado que llaman bazar y que en su disposición y en sus olores recuerda a los preciosos zocos arabes de Marruecos. Decadencia hermosa que evidencia la mirada sorprendida, perpleja de Lenin, que desde el anacrónico y a pesar de todo resistente monumento que marca el centro de la ciudad, y que es igual, quizá salido del mismo molde, que casi todos los que se ven en casi todas las ciudades de este país, contempla a los jóvenes skaters que a sus pies realizan acrobacias, o a la multitud de motos y bicicletas que allí se concentran cada tarde, temerarios jinetes que hacen caballitos en una especie de competición que determine quien es el más atrevido. Contempla Lenin las cafeterías con nombre frances (Le Bistro) y servicio de Internet W-Fi, los ciberlocales, las tiendas de moda con nombres antaño proscritos (Hugo Boss, Levi Strauss…) , las muchachas que reparten propaganda de compañías de telefonía movil, que ofrecen sus servicios en feroz competencia, los macrosupermercados tremendamente abastecidos, no solo de productos de la tierra (extraordinarias frutas y hortalizas) sino también provenientes de todo el mundo capitalista, Coca cola por todas partes ( La profecía de Billy Wilder en “Uno,dos,tres” se cumplió. James Cagney venció y hoy podría beber coca cola por todo el orbe antaño comunista. ) Ve Lenin pasar, una tras otra a las jóvenes de piernas inacabables y faldas inexistentes por exiguas, y ensimismado se pregunta” ¿Qué ha pasado aquí? ¿Qué salió mal?” Probablemente casi todo salió mal, y antes del hundimiento final, posiblemente su mirada se había congelado ya en un gesto de eterna interrogación. La estatua de color de bronce extiende su mano hacia delante como pidiendo cuentas. Nadie le hace caso, y aunque los skaters saltan desde los muros del monumento, desafiando la altura, ninguno alcanza su estatura. Lo cierto es que quince años después, el relevo del estado no parece haberlo tomado nadie, y queda mucho trabajo por hacer. Sin duda se hará, pero hay que ponerse manos a la obra, y hay que hacerlo ya. Porque Europa no estará completa hasta que estemos todos juntos, y hace falta para ello voluntad además de deseo.
Mientras, caminamos las calles de Simferopol, bajo este calor asfixiante, conscientes de que es la ciudad que ha adoptado a nuestra hija , nuestra pequeña tártara hasta nuestra llegada. Volveremos algún día , sin duda , con ella, y posiblemente, así lo esperamos, Lenin seguirá mirando con sorpresa el devenir, pero convencido al fin de que los pueblos son libres, le pese a quién le pese, y que la libertad, inexcusablemente, conduce a la madurez , y por lo tanto al progreso.







viernes, 20 de julio de 2007

LOSQUINTASORTEGAS



Simplemente miradnos las caras. Somos Losquintasortegas, felices.

EL BOSQUE DE LOS NIÑOS PERDIDOS






































En un rincón que los arboles esconden de la realidad polvorienta y abandonada, en el corazón de la peninsula de Crimea, tierra tártara en el alma, herida de orgullo, hay un bosque encantado, donde entre pinos poblados de ardillas , habitan los niños perdidos . Son una legión de sonrisas amplias y tristes, duros como sus cabezas que se han hecho duras de soledad y carreras sin abrazos en la meta. Unos niños a los que les han recortado un trozo de infancia, de mayor o menor tamaño, que ha dejado un hueco para siempre, que ni nosotros, los que llegamos de otras tierras ansiosos de amar, podremos tapar del todo. Quizá un error del destino los trajo al mundo en el lugar equivocado, en el momento inadecuado. Quizá les quisieron y quizá no pudieron. Entre los arboles esperan al futuro , sin saber que solo algunos lo ganarán en la espera. Otros , la mayoría esperarán unos brazos que los acojan de noche, que no llegarán. Cuando los niños perdidos ven llegar señores nuevos, padres nuevos, que buscan a sus hijos entre ellos, todos les asaltan y sonrientes les preguntan en ruso "¿Vienes a por mi?" Los padres les sonríen también, no les entienden. No vienen a por todos. Cuando los padres nuevos se van al final del día se despiden hasta el día siguiente, los niños perdidos que ya no lo son, los hijos nuevos les dicen: "Por favor señor, vuelvan mañana. Y traigan los juguetes." En ese bosque, ese lugar salpicado de maquinas de jugar, ha esperado mi hija Teresa, mi hija Bika, y el futuro ha llegado para ella, a la vez que ha llegado para nosotros, bailando entre sus coletas.