sábado, 23 de junio de 2007

AS TIME GOES BY




viernes, 22 de junio de 2007

LA QUINTA DEL 21


Ayer fue 21 de junio. Hace dos años, llegamos con las manos vacías y el corazón lleno, a punto de estallar de amor, a un orfanato en la región de Dnipropetrovsk, donde sabíamos, nos esperaba el futuro. Y el futuro se convirtió en Lennon en un oscuro pasillo, donde , de la mano de su cuidadora, apareció por primera vez para nosotros, con su cara preciosa y su mirada triste. Allí llegamos, como digo, un 21 de junio, 21 parejas y monoparentales , procedentes de todos los rincones del mundo, hablando lenguas diferentes, e hicimos una particular Alianza de Civilaciones basada en nuestro deseo de ser padres. No nos entendíamos, pero nos entedíamos perfectamente. Nuestras miradas cruzadas decían lo mismo. Juntos dimos a luz a nuestras ilusiones, y en aquellos jardines encantados de Dnipropetrovsk donde nuestros hijos nos adoptaron, nos bautizamos la Quinta del 21. Convivimos muchos días, y mientras la emoción de conocer a nuestros hijos, de empezar a amarlos con cada poro de nuestra piel, con cada gota de nuestra sangre, se hacía material en cada gesto, cada risa y cada lágrima, aprendimos también, en las miradas de los nuevos padres, en las de los nuevos hijos, que hay algo universal, que nos une a todos, y que no tienen sentido las diferencias que nos inventamos. Hoy, mientras esperamos la llamada que nos haga regresar al país verde en busca de nuestra hija, me acuerdo de todos ellos, italianos, franceses, estadounidenses, canadienses, israelíes, españoles... y les echo de menos, convencido, de que nuestras miradas siguen semejantes.

"El Universo habla con muchas lenguas , pero con una sola voz (...) habla el lenguaje de la esperanza. Habla el lenguaje de la confianza. Habla el lenguaje de la fuerza. El lenguaje de la compasión. Es el lenguaje del corazón, y el lenguaje del alma. Pero siempre es la misma voz. Es la voz de nuestros antepasados hablando a través de nosotros. Y es la voz de nuestros descendientes que esperan nacer. Aún es una voz pequeña que dice: Somos uno. No importa la sangre ni la piel, no importa el mundo ni la estrella, somos uno. No importa el dolor, ni la oscuridad, no importa la pérdida ni el temor, somos uno. Aquí, reunidos todos en una causa común, acordamos reconocer esta singular verdad , y esta singular regla: que debemos ser amables unos con otros. Porque cada voz nos enriquece y ennoblece, y cada voz perdida nos disminuye. Somos la voz del Universo, el alma de la creación. El fuego que iluminará el camino hacia un futuro mejor. Nosotros somos uno."

G´Kar . Introducción de la Declaración de Principios de la Nueva Alianza. Babylon 5.

Os añoramos.

GRACIAS

Diez días sin publicar, y las visitas han seguido, y seguido. Estamos abrumados. Gracias a todos por vuestra lectura, que es vuestro cariño.

lunes, 11 de junio de 2007

TERESA

Nos tenemos que ir, pero para volver. Esperanos cariño. Ya casi hemos llegado a ti. Te queremos mucho.
Papá y Mamá

PARENTESIS

Desolados nos despedimos de Kiev, en lo que esperamos sea solo un corto parentesis. Volvemos a España. Mañana volveremos a estar cerca de todos vosotros, más cerca materialmente, porque la cercanía real, esa que se siente en el alma, esa ha existido estos días que hemos estado lejos de casa, más que nunca. Nos habeis acompañado en cada minuto, en cada kilómetro, en cada lágrima. Habeis sido, todos los que habeis hecho crecer de una manera tan espectacular el contador de visitas de este blog, los mejores compañeros de viaje. No desearíamos otros mejores ni más queridos. Volvemos con el alma arrasada, buscando la cura que solo el hogar y los brazos de nuestro hijo, sabemos, nos va a procurar. Suponemos que esto , como digo, será un corto, paréntesis, un obstáculo más, o una baldosa más en el camino que nos conduce a Teresa, la niña del corazón , que nos espera en un rincón desconocido, de un orfanato desconocido, de cualquier ciudad de esta querida Ucrania. Va a tener que esperarnos un poco más, pero es la condición necesaria para llegar a ella. En este momento, montones de barreras burocraticas y legales impiden que su cabecita asome tras cualquier esquina de papel buscando nuestra mirada. Esas barreras, parece ser, van a ir cayendo en las próximas dos o tres semanas, y entonces, será posible, al fin, recorrer el final del camino hacia ella. Así lo deseamos, con todas, nuestras fuerzas, porque ya la hemos hecho nuestra hija, sin conocerla, porque cada lágrima derramada en estos días, ha sido consecuencia de la seguridad de que Teresa estaba en algún sitio, que eramos para ella y ella para nosotros. Nuestra hija, es nuestra hija ya, aunque no la conozcamos, y la queremos, y sabemos que la espereais para quererla. Mañana volaremos, sobrevolaremos de nuevo los Alpes, por encima de las nubes, pero no contemplaremos la imagen con el sentimiento y la emoción que la contemplamos hace quince días, cuando ante nosotros se abría la perspectiva amorosa del abrazo cercano de nuestra niña. Eso si, nos espera el abrazo de Lennon, que es lo más valioso que poseemos Mayte y yo, nuestro tesoro. Volveremos a caminar Kiev, y volvereis a acompañarnos en este viaje, atravesando con nosotros el tiempo y el espacio que nos conducirá a Teresa. Os queremos.

SALUDANDO A TRAVÉS DEL ESPACIO



A ver si nos encontrais en las fotos . Así hemos saludado a los papás Quintas que nos veían en directo a través de la cámara que está en la Plaza de la Independencia. El saludo se transforma ahora en despedida momentanea. Volveremos .

MAYTE EN LUNES

Otra vez en The Cavern. Acabo de hablar con mi madre, y me ha tranquilizado. Es muy importante sentir como entienden nuestros pasos, y lo acertados que son sus consejos. Hoy hace un día gris, un día, que lejos de entristecer, serena. Es como si el día entrase en sintonía con tus sentimientos y te arropase con caricias de frescura. Esperamos noticias de Bogdan (nuestro facilitador del equipo de Liliana), mientras esperamos a Teresa, y añoramos nuestra casa.

sábado, 9 de junio de 2007

EMOCION

En The Cavern, una tarde más, mientras canta la chica de voz dulce otra vez, vemos el contador de visitas del final de la pagina, que nos indica que alguien está mirando el blog desde España. Y nos embarga una emoción repentina. ¿Quién es? Muchos besos, seas quien seas, en este momento.

viernes, 8 de junio de 2007

SGT. QUINTAS


Maravilloso Oscar Pedraza (Dean Volker). Nos ha arrancado una carcajada con su imaginativo sentido del humor, en estos días extraños, que se han convertido en una travesía del desierto, que, seguro desembocará en el destino apropiado. La próxima semana, sin duda, Llegaremos a Pepperland.

jueves, 7 de junio de 2007

CARTA DESDE MAYTE

Querida familia y amigos: estamos de nuevo en Kiev intentando coger fuerzas y soltar el Lexatín. Hasta ahora las cosas están siendo dificiles, más que la vez anterior. Como le contaba a un amigo, tengo más miedo, y menos fuerza. Tengo miedo a romper la felicidad absoluta que ahora poseo. Esto es como una montaña rusa. Y menos fuerza porque el camino hasta encontrar esa felicidad ha sido cansado. Estoy segura de que todo va a salir bien, porque la vida, aunque a veces me ha hecho pasar por caminos de duras piedras, siempre me ha llevado al paraiso. Tengo una familia maravillosa...Mi chico (se que esto va a provocar la risa de "los canallas") es un amor, mi gran amor. Mi hijo, un ángel, mi bastón, el que me ha proporcionado el equilibrio que me faltaba. Mis padres... los mejores, otro de mis grandes amores. Mis hermanos, incondicionales, a los que adoro. Mi cuñada Belén, que tanto me está ayudando, y que en estos momentos, como en otros dificiles, ha dado tanto la talla. Mis suegros, a los que siento tan cerca, cuya sensibilidad admiro. Y mis amigos del alma, que tanto me arropais y me quereis, y de los que me siento tan orgullosa. Os quiero a todos y os echo de menos.

Mayte

P.D. Hoy he soñado que besaba a Lennon sin parar, como hago cada mañana cuando le despierto. Espero pronto, encontrar a Teresa, para besarla igual por las mañanas, y después , darle su merecido zumo de naranja... igual que hago con Lennon... igual que mi madre hacía conmigo.

LENNON EN LA DISTANCIA


Estamos en Kiev, recomponiendo los pedazos, y ahora sabemos que también esto podremos hacerlo. Kiev nos ha parecido extraña en el regreso, por lo inesperado de este. Pero anoche ocurrió un hecho que nos hizo recobrar la sonrisa y la memoria. Entrada la noche llegamos al apartamento, donde Ana y Alberto esperaban, maletas hechas, para partir hacia un incierto destino, en un orfanato a 700 kilómetros, que ha resultado ser también para ellos, un golpe fuerte. Llegamos, como digo, al apartamento, para reencontrarnos con un pasado feliz: En ese apartamento vivimos los primeros días y las primeras noches de nuestra vida junto a Lennon, porque fue el que habitamos al volver a Kiev desde Dnipropetrovsk, para arreglar los papeles en la embahjada española, y disponernos a viajar a España. Allí nos reimos con él, bailamos con él; allí Lennon descubrió , con inmensa sorpresa, la existencia de la nevera, el lugar del que salían los manjares que le habíamos descubierto días atrás, y que estaba llena de ellos. Allí le fotografiamos dormido, y dormimos junto a él, los tres en una cama grande, abrazados. Allí fuimos una familia por primera vez. Y tan felices. Anoche, dormimos arropados por las mismas sábanas que nos arroparon a los tres entonces. Pero anoche , éramos solo dos. Llegamos en el mismo tren que entonces, pero ayer Lennon no estaba, ni nosotros éramos tan felices. Le echamos mucho de menos. Mucho. Descubrimnos a cada momento lo que le queremos, lo que es ser padres, y lo que es ser padres tan lejos de su hijo. Todo cuanto estamos haciendo, cada movimiento, cada decisión, es , en gran parte, por él, y pensando en él. Hace dos días, en medio del horror, recibimos una foto que Antolín (gracias amigo) nos envió desde el jardín de Haendel: Lennon nos mandaba un beso a través del espacio. Y en un oscuro cyber lloramos desconsoladamente, mirandole y amandole. Algún día le contaremos la primera parte de esta aventura, a la que en breve esperamos que se una. Y ojalá entienda y apruebe todo lo que estamos haciendo. Le queremos tanto...

miércoles, 6 de junio de 2007

THE LOST WEEKEND

Otra vez nos vamos en tren de Dnipropetrovsk, y parece como si cada vez que partimos de esta ciudad tuviéramos que contemplarla en la despedida a través de las lágrimas.
A principios de los 70, John Lennon desapareció del mundo durante un año y medio, se separo de Yoko, y aquel periodo se convirtió en un quiebro en su vida , un agujero lleno de lagunas, un paréntesis en su relación, y un giro en su producción musical, que se conoce como the lost weekend, el fin de semana perdido . Permitidnos que estos últimos días en los que no habéis tenido noticias de nosotros sean nuestro lost weekend, del que algún día os contaremos como ocurrieron las cosas. Antes tendremos que curarnos. Hoy por hoy, no podríamos. Volvemos a Kiev.
Atravesamos otra vez el país de forma diagonal hacia el noroeste siguiendo el curso del Dnipro, para constatar una vez mas que la ventanilla de este tren es una de las cosas mas bellas que se pueden contemplar en el mundo. Que hermosa es Ucrania, aun con el alma herida. El país donde nació Lennon, es tan sorprendente desde esta atalaya sobre raíles que las imágenes se agolpan, se suceden, se pisotean, y apenas tengo tiempo de retenerlas, emocionado de hermosura y melancolía . el verde que hiere de tan verde, las cabras blancas, que nos miran pasar y siguen pastando, las extensiones de agua que sobrevolamos sobre inmensos puentes , las huertas rebosantes , las campesinas que se agachan, el pozo de piedra, los helechos que flanquean la vía altos como árboles, los árboles que no son sauces pero lloran como sauces , como yo, la barquita en medio del lago, la libélula gigante que aletea a 50 fotogramas por segundo, las fabricas majestuosas abandonadas que parecen fantasmas de otra época, los trenes que se cruzan, soviéticos, marchitos, y tristes, y el sol, que cae imparable, sin remedio, acercando el fin de un día vacío que no cesa. He buscado la soledad de la ventanilla del tren, el paisaje como cura, y la música desde el iPod que me aísla aun mas . El tren, Ucrania , los Beatles y yo. Y constato, una vez mas que no hay mejor cura para el alma que esas canciones que viajan en el tiempo a través de un cable, y que como banda sonora de esta Ucrania que atravieso, me ofrecen asilo emocional y lamen las heridas. Las voces de John y Paul, y ocasionalmente la de George, la guitarra como una caricia de este, la batería de ringo precisa y preciosa, son el bálsamo de estas horas largas en un tren camino de Kiev, que nos aleja de un lost weekend que me acompañara toda la vida como un abrazo interrumpido. Las vías corren en dirección contraria a nosotros y la mirada al futuro es inevitable y esperanzada, aunque esto ultimo, hoy, es casi solamente una referencia literaria obligatoria y con apenas contenido . Escucho "in my life", es la banda sonora inevitable
"There are places I'll remember All my life
though some have changed
Some forever not for better
Some have gone and some remain…
….In my life I've loved them all …
…I know I'll often stop and think about them , In my life I love you more " (*)
Siempre suena la canción apropiada. Atravesamos una zona de bosque devastado por un incendio. La referencia es inevitable y tópica, y no la hare. En seguida vuelve el verde, y ese pedazo de corazón herido de negrura, queda atrás, pero permanece.
Ya se pone el sol, se acaba la batería del iPod mientras la voz de John canta "Run for your life" . Todos estos finales me obigan a dejar la burbuja. Vuelvo al tiempo. Llegaremos a Kiev, y pasearemos Kreschatik, y esperaremos a Teresa que asomará.

Yula soño que fuimos suyos . Cuando salimos de Nikopol, dormía con ángeles

(*) "Hay lugares que recordaré toda mi vida,
aunque algunos han cambiado.
Algunos para siempre, no para mejor,
algunos se han ido y otros aun existen...
...en mi vida los he amado a todos...
...sé que a menudo pararé y pensaré en ellos, en mi vida te amo a ti más.

sábado, 2 de junio de 2007

UN FIN DE SEMANA EN KIEV

A punto de cenar en The Cavern, ordenador en ristre.

The Cavern, remanso beatlemano, con la chica que canta dulce.


Ansias de Europa en este país.






Las escaleras de la Plaza de la Independencia, en verano, se convierten en una cascada donde refrescarse. Por cierto, ¿es Madrid años 80 o Kiev siglo XXI?


Delante del stand de la embajada de España.


Mayte y un oso (30 grados centigrados. ¿Como está el señor de dentro?) y Mayte y la poli de Kiev.













Hoy es el día de la Unión Europea en Kreschatik, y en el stand de el restaurante "La Paella", regentado por un español en Kiev, un cocinero de Bilbao, hacía paella para los ucranianos.

El Paseo Kreschatik, que desemboca en la Plaza, los fines de semana es una fiesta


La Plaza al anochecer. Es preciosa, y tiene un reloj, que cuando da las horas en punto hace sonar una música preciosa, cargada de melancolía.

Saludando a la camara de la Plaza de la Independencia para quien, como papá Quintas, desde España, está mirando, pendiente de vernos, tan lejos.













EL TIEMPO SUSPENDIDO 2... THE CAVERN




Si tuviera que quedarme con un momento de este viaje hasta ahora, sabiendo que quedan por venir los más importantes, los más emocionantes, el momento sería este. Una chica de voz deliciosa rasca una guitarra, y canta "Get Back". "Get back to where you once belong..." He vuelto a The Cavern, el precioso café restaurante de Kiev, erigido a mayor gloria de los Fab Four de Liverpool, de los Beatles que amo (como decía el gran Joaquín Luqui) , el lugar donde vivimos la última noche en Kiev hace dos años, donde Lennon, recien llegado a nosotros cenó una tortilla, correteó entre las mesas, y se fotografió por primera vez junto a fotos y recuerdos de John, y también de George, Paul, y Ringo. He vuelto, precisamente hoy, en el día en que se cumplen (un aniversario más de la sucesión de aniversarios gloriosos que nos están acompañando estos días) 40 años de uno de los momentos más grandes de la historia del rock, y sin duda de la historia de la música del siglo XX: la publicación del album "Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band", considerado durante años el mejor disco de la historia del rock. Suscribo la consideración.
La tarde se ha quedado hermosa y tranquila, fresca. En esta calle sin sobresaltos, sentado en esta bonita terraza, se oye cantar los pájaros y la camarera simpática que anoche nos sirvió la cena, me ha sonreido al verme regresar , cargado con mi ordenador, dispuesto a conectarme a la red wi -fi del local, antes de servirme una margarita deliciosa y helada. La espera, suspendida y tranquila, se hace tenue en esta tarde de The Cavern. Se hace tenue, y de repente mágica, y emocionante, cuando, saliendo del ensimismamiento que produce el teclado del ordenador , identifico las notas de la canción que estoy escuchando. La chica de voz dulce que rasca la guitarra está tocando "Julia" , la más melancólica de las canciones de John Lennon, dedicada a su madre muerta, cargada de amor y tristeza. Y dejo de escribir. Practicamente desaparece todo a mi alrededor, los pájaros, los edificios de principio de siglo, y el simpático moscovita con el que he estado hablando un rato de las ciudades amables y las menos amables. Todo desaparece , se oscurece alrededor, como esas fotos en las que, digitalmente se ensombrece el entorno para fijar la atención en un punto, y me quedo en los ojos y en la voz de la chica morena que rasca la guitarra, en la tristeza con que evoca el nombre de Julia, y solo estamos ella y yo, su mirada, su canción y mi melancolía. Julia, como mi madre, como mi abuela de ojos tristes y líquidos , tan añorada; Julia , un nombre tan ucraniano. Todo dura un momento, pero se que el momento se ha hecho perpetuo, se ha convertido en uno de esos momentos que recordaré, que pasarán a formar parte del archivo de momentos importantes de esta aventura grande, que, suspendida este fin de semana, me ha traido, solo, un rato , a este rincón beatlemano y maravillos, a un paso del tumulto fiestero que es hoy sábado el Paseo Kreschátik. La chica dulce canta "Blackbird" y la burbuja se ilumina, y se rompe sin estruendo, devolviendo a su lugar todo a mi alrededor, los pájaros, el simpático moscovita, y mi deliciosa margarita casi apurada ya. Y la chica sigue cantando, canciones deliciosas , no solo de los Beatles, en una selección que parece hecha para mi, y sigo disfrutando del placer de esta tarde tranquila, sin noticias de Teresa, pero sabiéndola tan cerca que podemos tocar el momento . Suena I Should have known better, y el plano se hace general. La cámara se aleja de la terraza del bar, en una grua infinita, que va descubriendo Kiev. Todo Kiev suena a The Beatles en el día del aniversario, el día cercano a Teresa, y yo me hago pequeño mientras la camara se aleja más y más. Y echamos de menos a Lennon.