sábado, 2 de junio de 2007

EL TIEMPO SUSPENDIDO 2... THE CAVERN




Si tuviera que quedarme con un momento de este viaje hasta ahora, sabiendo que quedan por venir los más importantes, los más emocionantes, el momento sería este. Una chica de voz deliciosa rasca una guitarra, y canta "Get Back". "Get back to where you once belong..." He vuelto a The Cavern, el precioso café restaurante de Kiev, erigido a mayor gloria de los Fab Four de Liverpool, de los Beatles que amo (como decía el gran Joaquín Luqui) , el lugar donde vivimos la última noche en Kiev hace dos años, donde Lennon, recien llegado a nosotros cenó una tortilla, correteó entre las mesas, y se fotografió por primera vez junto a fotos y recuerdos de John, y también de George, Paul, y Ringo. He vuelto, precisamente hoy, en el día en que se cumplen (un aniversario más de la sucesión de aniversarios gloriosos que nos están acompañando estos días) 40 años de uno de los momentos más grandes de la historia del rock, y sin duda de la historia de la música del siglo XX: la publicación del album "Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band", considerado durante años el mejor disco de la historia del rock. Suscribo la consideración.
La tarde se ha quedado hermosa y tranquila, fresca. En esta calle sin sobresaltos, sentado en esta bonita terraza, se oye cantar los pájaros y la camarera simpática que anoche nos sirvió la cena, me ha sonreido al verme regresar , cargado con mi ordenador, dispuesto a conectarme a la red wi -fi del local, antes de servirme una margarita deliciosa y helada. La espera, suspendida y tranquila, se hace tenue en esta tarde de The Cavern. Se hace tenue, y de repente mágica, y emocionante, cuando, saliendo del ensimismamiento que produce el teclado del ordenador , identifico las notas de la canción que estoy escuchando. La chica de voz dulce que rasca la guitarra está tocando "Julia" , la más melancólica de las canciones de John Lennon, dedicada a su madre muerta, cargada de amor y tristeza. Y dejo de escribir. Practicamente desaparece todo a mi alrededor, los pájaros, los edificios de principio de siglo, y el simpático moscovita con el que he estado hablando un rato de las ciudades amables y las menos amables. Todo desaparece , se oscurece alrededor, como esas fotos en las que, digitalmente se ensombrece el entorno para fijar la atención en un punto, y me quedo en los ojos y en la voz de la chica morena que rasca la guitarra, en la tristeza con que evoca el nombre de Julia, y solo estamos ella y yo, su mirada, su canción y mi melancolía. Julia, como mi madre, como mi abuela de ojos tristes y líquidos , tan añorada; Julia , un nombre tan ucraniano. Todo dura un momento, pero se que el momento se ha hecho perpetuo, se ha convertido en uno de esos momentos que recordaré, que pasarán a formar parte del archivo de momentos importantes de esta aventura grande, que, suspendida este fin de semana, me ha traido, solo, un rato , a este rincón beatlemano y maravillos, a un paso del tumulto fiestero que es hoy sábado el Paseo Kreschátik. La chica dulce canta "Blackbird" y la burbuja se ilumina, y se rompe sin estruendo, devolviendo a su lugar todo a mi alrededor, los pájaros, el simpático moscovita, y mi deliciosa margarita casi apurada ya. Y la chica sigue cantando, canciones deliciosas , no solo de los Beatles, en una selección que parece hecha para mi, y sigo disfrutando del placer de esta tarde tranquila, sin noticias de Teresa, pero sabiéndola tan cerca que podemos tocar el momento . Suena I Should have known better, y el plano se hace general. La cámara se aleja de la terraza del bar, en una grua infinita, que va descubriendo Kiev. Todo Kiev suena a The Beatles en el día del aniversario, el día cercano a Teresa, y yo me hago pequeño mientras la camara se aleja más y más. Y echamos de menos a Lennon.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola estimados, escucho a Sinatra mientras leo vuestro blog, cargado de fuerza, y no puedo evitar emocionarme. Os veo radiantes de felicidad en las fotos y eso me hace. Que emocionante cada segundo en Kiev, que bien va a ir todo!!!! Yo desde mi Cavern particular os mando un abrazo gigante para los dos y un beso del tamaño de Ucrania. Os quiero. Carmen R.

Anónimo dijo...

¡Hola, amiguetes! Después de un fin de semana en Essen trato de ponerme al corriente de las novedades del blog. La verdad es que está genial, se os siente súper cerca. Aquí los textos no tienen ese aire improvisado inevitable en los correos electrónicos. Este me ha encantado. Voy a seguir mirando, ya os iré contando. Besos, Arti

Andy dijo...

Creo que ese día de música dulce fue todo un regalo porque os lo habéis ganado...un pequeño mensaje de que todo está donde debe estar y que todo es tan especial que hasta acompaña los compases de vuestras almas.
Son casi las siete de la mañana, estoy contestando vuestras palabras del blog y pensando si llamaros o no...es muy pronto, hoy es martes...vaya...estaréis ya levantados? Martes... un día importante...no, mejor llamo mas tarde...se me escapan hasta faltas de ortografía...siento la x que me faltó en el anterior...jajajaja!!!! ...Besos y ya sabéis "mucha mierda" para hoy.

raquel marraco dijo...

Peleándome con la informática no sé si conseguiré escribiros algo. Despúes de varios intentos ha desaparecido la poesia de mis palabras convirtiéndose en una deses-exasperación al ver que aunque estáis asombrosamente cerca de mí soy incapaz de rozaros, aunque sea a través de las palabras. El poder veros pasear por ucrania me genera la tranquilidad de veros tan radiantes y el desosiego que produce la espera de noticias. Esos nervios tan contagiosos... Muchos besos. PD. No tengo nada claro que consiga enviaros estas líneas.

Anónimo dijo...

Vaya pedazo de blog una gotita mas de amor y estalla la pantalla, jolin chicos gracias, gracias por enseñarnos y gracias por compartir. Besos para vuestra niña ISI.