viernes, 22 de junio de 2007

LA QUINTA DEL 21


Ayer fue 21 de junio. Hace dos años, llegamos con las manos vacías y el corazón lleno, a punto de estallar de amor, a un orfanato en la región de Dnipropetrovsk, donde sabíamos, nos esperaba el futuro. Y el futuro se convirtió en Lennon en un oscuro pasillo, donde , de la mano de su cuidadora, apareció por primera vez para nosotros, con su cara preciosa y su mirada triste. Allí llegamos, como digo, un 21 de junio, 21 parejas y monoparentales , procedentes de todos los rincones del mundo, hablando lenguas diferentes, e hicimos una particular Alianza de Civilaciones basada en nuestro deseo de ser padres. No nos entendíamos, pero nos entedíamos perfectamente. Nuestras miradas cruzadas decían lo mismo. Juntos dimos a luz a nuestras ilusiones, y en aquellos jardines encantados de Dnipropetrovsk donde nuestros hijos nos adoptaron, nos bautizamos la Quinta del 21. Convivimos muchos días, y mientras la emoción de conocer a nuestros hijos, de empezar a amarlos con cada poro de nuestra piel, con cada gota de nuestra sangre, se hacía material en cada gesto, cada risa y cada lágrima, aprendimos también, en las miradas de los nuevos padres, en las de los nuevos hijos, que hay algo universal, que nos une a todos, y que no tienen sentido las diferencias que nos inventamos. Hoy, mientras esperamos la llamada que nos haga regresar al país verde en busca de nuestra hija, me acuerdo de todos ellos, italianos, franceses, estadounidenses, canadienses, israelíes, españoles... y les echo de menos, convencido, de que nuestras miradas siguen semejantes.

"El Universo habla con muchas lenguas , pero con una sola voz (...) habla el lenguaje de la esperanza. Habla el lenguaje de la confianza. Habla el lenguaje de la fuerza. El lenguaje de la compasión. Es el lenguaje del corazón, y el lenguaje del alma. Pero siempre es la misma voz. Es la voz de nuestros antepasados hablando a través de nosotros. Y es la voz de nuestros descendientes que esperan nacer. Aún es una voz pequeña que dice: Somos uno. No importa la sangre ni la piel, no importa el mundo ni la estrella, somos uno. No importa el dolor, ni la oscuridad, no importa la pérdida ni el temor, somos uno. Aquí, reunidos todos en una causa común, acordamos reconocer esta singular verdad , y esta singular regla: que debemos ser amables unos con otros. Porque cada voz nos enriquece y ennoblece, y cada voz perdida nos disminuye. Somos la voz del Universo, el alma de la creación. El fuego que iluminará el camino hacia un futuro mejor. Nosotros somos uno."

G´Kar . Introducción de la Declaración de Principios de la Nueva Alianza. Babylon 5.

Os añoramos.

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